La prensa del país caribeño informó lo ocurrido y Proceso Digital reproduce íntegramente el artículo prensa que se refiere al percance vivido por parte de los 16 hondureños a bordo de una embarcación del complejo turístico Casa Campo.
Alquilaron yate y pasaron el susto de sus vidas
La Romana. Un grupo de 16 turistas hondureños, entre ellos el alcalde de la ciudad de Talanga y otros funcionarios, estuvo a la deriva en un yate rentado sin combustible ni radio. La familia Aviles, de Honduras, a la cual pertenece Roosvelt Avilés, alcalde de la ciudad de Talanga, anunció que actuarán legalmente contra la empresa Artilleira, por alegada estafa.
El alcalde, junto a la abogada María Gómez, informó que junto a un empresario dominicano alquilaron un yate a la compañía, dentro del complejo turístico Casa de Campo, y en alta mar fallaron los motores, situación atribuida a falta de combustible. Allí se percataron de que no había equipos de comunicación, ni chalecos salvavidas suficientes, ni GPS.
Entre los turistas hondureños afectados, además del alcalde, estaban la directora del despacho de la primera dama, el comisionado presidencial y la ministra consejera de la embajada de Honduras en República Dominicana. Culpan a un capitán apodado “Melaza” de rehusarse a aceptar ser remolcado, a pesar de que este mismo dijo que las aguas estaban infestadas de tiburones.
Tras más de dos horas y repetidos intentos por llamar la atención, fueron rescatados por varias embarcaciones, entre ellas una tripulada por el ex ministro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa, y Omar Fernández, hijo del ex presidente Leonel Fernández.
Además, Dominicanoshoy.com destaca en su versión electrónica: Someterán a Casa de CampoEl alcalde hondureño someterá por ante la Justicia a Casa de Campo y a Astilleros Dominicanos por, supuestamente, poner sus vidas en riesgo. Roosvelt Avilés y parte de sus familiares alegan que la referida empresa turística le alquiló un yate defectuoso y sin equipo de comunicación.
Gómez aseguró que, además de averiarse y quedarse sin combustible en una zona repleta de tiburones, a las 10:00 de la noche, el bote alquilado por seis mil dólares no fue socorrido por Casa de Campo, ni por Astilleros Dominicanos, pese a la insistencia telefónica del grupo, conformado por niños, jóvenes, adultos y adultos mayores.
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La abogada del grupo, María Gómez, prepara el expediente para proceder en los tribunales. Los 16 turistas hondureños y un dominicano consideran como “una estafa, un robo y un gran acto de negligencia por parte de la empresa de hospedaje”.
