De acuerdo a los registros de las últimas elecciones nacionales en Honduras, el abstencionismo en los tres últimos comicios muestra una curva ascendente, que debe ser materia de preocupación de parte tanto de las autoridades electorales, como los gobernantes y la dirigencia de los partidos políticos.
Según las estadísticas electorales, el abstencionismo en las elecciones del año 1997 fue del 27 por ciento, que aumentó al 33 por ciento en las elecciones del año 2001 y llegó al 44 por ciento en las elecciones del año 2005.
El estudio establece que el aumento del abstencionismo se puede atribuir a diversos factores como el fenómeno de las migraciones de nacionales a otros países que, según los datos del censo del año se estima en más de un millón de hondureños, la mayoría de ellos mayores de edad y potencialmente electores.
De acuerdo al estudio sobre población migrante realizado en el año 2003, cerca de un millón de hondureños y hondureñas mayores de edad se localizan en el exterior. Según el mismo estudio cerca del 37 por ciento de las familias hondureñas tenían por lo menos un miembro residiendo fuera del país.
Si se cotejan ambas cifras, resulta que por razones de emigración, cerca del 60 por ciento de los que no concurrieron o no votaron en las últimas elecciones se debió fundamentalmente por encontrarse en el momento de las elecciones fuera del país.
El estudio sobre el abstencionismo electoral se basó en una encuesta nacional de 1,200 entrevistas a adultos Hondureños residentes en el país, muestra que cuenta con un margen de error de más o menos 2.8 por ciento un nivel de confianza del 95 por ciento.
Para al mayoría de los entrevistados (79.3 por ciento), si bien la democracia se constituye en la mejor forma de gobierno, el nivel se satisfacción con la con que funciona en Honduras es relativamente bajo, ya que únicamente un 8.4 por ciento de la muestra expresa estar muy satisfecho con el sistema.
En el 43% de la muestra prevalece la opinión de estar Insatisfechos con la forma en que funciona la democracia en Honduras. Esta tesis aparece con mayor énfasis entre las mujeres (44.2 por ciento), personas de mayor edad (43.8 por ciento) personas con estudios superiores (48.3 por ciento) y los de mayor ingreso (44.5 por ciento).
Sobre la consulta si Honduras es un país democrático la tendencia por parte de los entrevistados es poco satisfactoria porque únicamente el 14.9 por ciento considera que es un país muy democrático y mientras que el 44% es del criterio que el país es algo democrático. Bajo esta opinión se localiza principalmente a las mujeres (45 por ciento), los más jóvenes (46 por ciento), personas con estudios primaros (47 por ciento) y personas de ingresos más altos (43.8 por ciento).
Grado de confianza en las instituciones políticas
Los Tribunales de Justicia reciben apenas el 9.9 por ciento de Mucha confianza, siendo sensiblemente menor para los Partidos Políticos (5.8 por ciento) y los Políticos (5.3 por ciento).
En estos dos últimos casos, se observa que los partidos políticos son señalados por un 40.9 por ciento de los entrevistados que indican no tener ninguna confianza y poca el 34.4 por ciento, siendo más patético el caso de los políticos que reciben el 47.8 por ciento que indica no tenerles ninguna confianza un 34 por ciento poca apenas un 5.5 por ciento de mucha confianza
Los entrevistados confesaron tener un bajo interés en la política si se toma en cuenta que únicamente un 6.4% expresó mucho interés en el tema y un 12.8% algo de interés, que conjuntamente constituyen apenas el 19.4% del total dela muestra entrevistada.
El 37.6% expresó que no tienen nada de interés por el tema de la política, especialmente las mujeres (38%), personas de mayor edad (43.55) y personas sin escolaridad (57%) y con menor ingreso económico (44.7%).
La encuesta también arrojó un bajo grado de participación de los ciudadanos en acciones de proselitismo político entendido como el hecho de tratar de convencer para que voten por un candidato o partido.
En esos términos solo un 8.1% reconoce que ha tratado de convencer a otros por una opción política en particular, en tanto un 10.5% informó que lo hace frecuentemente.
Entre los que hacen proselitismo frecuente o de vez en cuando se destacan los hombres (22.2%), personas de edad mediana (23.2%), personas con estudios superiores (29.2%) y los de mayor ingreso económico (29.9%).
Un 14.5% de los entrevistados reconoció que lo ha hecho rara vez y la mayoría (64.3%) informó que nunca han participado en acciones de proselitismo. En este grupo mayoritario, se destacan las mujeres (68.7%), los más jóvenes (71%), personas sin escolaridad (71%) y con ingresos medios (68.7%).
El estudio sobre el abstencionismo electoral establece que la mayoría de la población consultada dispone de cédula de identidad (90.6%).
Analizando por segmentos de población, se observa que tanto las mujeres como los hombres disponen en un mismo porcentaje cédula de identidad para votar ( 90%); sin embargo, por edades, las personas mayores son las que disponen mayormente del documento (95%), en contraposición de los más jóvenes (82%).
El 50.4% de los entrevistados considera que participar en política se reduce a votar en las elecciones nacionales y un 47.7% que, por el contrario, estiman que ese concepto implica otras cosas más.
Sobre el tema, las mujeres muestran una opinión ligeramente diferente a los hombres, inclinándose más por la tesis que la participación política implica más cosas que solo votar (52% contra el 48% de los hombres).
Razones por las cuales no voto en las últimas elecciones
Al profundizarse sobre las razones por las cuales no votaron en las últimas elecciones, un 23% de los entrevistados, informó que por no tener la edad necesaria para concurrir a las elecciones.
Un 17.8% expresó que no concurrió a las elecciones por falta de interés, indicado especialmente por hombres (19%), personas de mayor edad (35%), personas con estudios primarios (22.9%) y de menor ingreso económico (23.2%).
Un 15.7% informó que no fue a las elecciones por no disponer de cédula de identidad – que aparentemente es diferente a no tener la edad, lo que indica cierto nivel de desinterés. Esta razón es esgrimida principalmente por mujeres (16.5%), jòvenes (20%) personas sin escolaridad (23%) y con ingresos menores (24%).
Por su parte, un 11.9% explicó que no votó por cuanto no le gustó ninguno de los candidatos que se presentaron a la contienda.
Razones por las cuales han votado en las elecciones
Analizadas las respuestas de los entrevistados, se observa que tienen claridad sobre el significado de concurrir a las elecciones, dado que para un 32% votar es un derecho para elegir a los gobernantes y un 30% entienden que es una obligación como ciudadanos.
El abstencionismo como forma de castigar a los políticos
Es interesante observar que casi para la mitad de los entrevistados (41.4%) , el abstenerse de votar en las elecciones constituye una forma de castigar a los políticos que hacen malos gobiernos.
Esa posición se localiza más acentuada entre los hombres (44.5%) personas de mayor edad (42%), personas con estudios superiores (46.7%) y los de menores ingresos (43.9%).
La opinión contraria – en el sentido que no es una forma de castigo – la expresa un 44.% de la muestra, especialmente mujeres (47%), jóvenes (45.5%), personas con estudios medios (47.5%) y con ingresos medios (47%). Un 14% de la muestra no opinó sobre el tema.
Para un 48.8% de los entrevistados el abstenerse de votar en las elecciones constituye una forma de protestar porque su calidad de vida se ha venido deteriorando con el paso de los años.
Factores que favorecerían la participación en las elecciones
Entre las razones que favorecerían ampliar el margen de participación, se destaca el mejoramiento del liderazgo político, señalado por un 49% de la muestra, un 47.3% de los encuestados, se inclinan por el mejoramiento de las campañas electorales.
Llama la atención el rechazo a la idea que para participar en las elecciones las personas se inclinarían porque les ofrezcan dinero o algún tipo de cosas materiales. Por esa opción se inclinó solamente un 19% de los entrevistados.
Contrariamente, para un 48% de los entrevistados, estarían mayormente dispuestos a participar en las elecciones si existiera mayor y mejor información sobre los programas de gobierno o las ofertas de los partidos políticos.
Un 49.8% de los entrevistados – siguiendo el patrón predominante en los países de la región – claman porque los políticos cumplan sus promesas.
Principales recomendaciones
El estudio patrocinado por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos recomienda la definición de estrategias en el mediano y largo plazo, para evitar el deterioro del sistema político y garantizar condiciones adecuadas para la gobernabilidad del país.
Estas consideraciones asumen particular importancia ante las crisis que se avecinan en el corto plazo en el país y en los países de la región por el encarecimiento de los derivados del petróleo, la crisis alimentaria y la eventual confrontación social derivada precisamente de las dificultades de atender las necesidades emergentes de las mayorías nacionales.
Según el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos es imprescindible que los partidos políticos interpreten de manera oportuna y adecuada los resultados obtenidos a fin que modifiquen de manera esencial las estrategias de campaña electoral, garantizando condiciones y comportamientos más acordes con las exigencias de la ciudadanía.
Agregó, que es necesario compartir los resultados del presente estudio para emprender acciones por parte de las autoridades del organismo electoral y del gobierno central, a fin de emprender una campaña de impulso a la participación ciudadana.







