El organismo de protección civil no ha confirmado si dos indigentes, cuyos cadáveres aparecieron el miércoles en Tegucigalpa, fallecieron de frío, como publicó hoy la prensa, aunque uno de ellos al parecer murió de una paliza.
Las lluvias de esta semana son producidas por un frente frío que ingresó al país el lunes y han afectado principalmente los departamentos caribeños de Atlántida y Colón, y parte de Yoro.
El fenómeno también está provocando bajas temperaturas, vientos fuertes y lloviznas en otras partes del país, en particular Tegucigalpa, donde el frío obligó a la gente a abrigarse.
La COPECO indicó que el frente frío está debilitándose y, por tanto, las lluvias han disminuido, por lo que rebajó los niveles de alerta que ha mantenido en los último días.
La alerta roja o de peligro sólo sigue vigente en los municipios de Corquín y Cucuyagua (Copán) y Belén Gualcho (Ocotepeque), ambos departamentos en occidente, donde un anterior temporal lluvioso causó graves deslizamientos de tierra.
Tegucigalpa y los departamentos de Colón y Atlántida están bajo alerta amarilla o preventiva; Islas de la Bahía, Cortés, Gracias a Dios y el norte de Yoro en alerta verde o de precaución, y el resto del país quedó sin alertas.
Las lluvias de esta semana han afectado a casi 8.000 personas y cerca de un millar de viviendas, según la COPECO.
El temporal que azotó el país entre el 14 y el 24 de octubre causó al menos 34 muertos, 16 desaparecidos, 55.000 damnificados y pérdidas por casi 154 millones de dólares.
El Gobierno hondureño y las Naciones Unidas hicieron el miércoles un pedido de ayuda internacional por 17 millones de dólares para que este país afronte el desastre.







