Tegucigalpa – En medio de la creciente incertidumbre económica que advierten expertos en el país, el economista Roberto Lagos, expresó su preocupación por la falta de transparencia en las recientes negociaciones entre el gobierno hondureño y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Lagos señala que, a diferencia de visitas anteriores del FMI, en esta ocasión el gobierno ha mantenido un nivel de secretividad inusual. Según el economista, esta discreción se debe a que el FMI podría estar exigiendo medidas drásticas para estabilizar la economía del país, como un aumento significativo de la tasa de política monetaria y una aceleración en las microdevaluaciones de la moneda.
«El Fondo Monetario Internacional está presionando para que se implementen ajustes estructurales que permitan estabilizar la parte macroeconómica del país. Estas medidas, como el incremento de la tasa de política monetaria y la devaluación acelerada de la moneda, son necesarias para corregir las distorsiones generadas por decisiones de política económica incorrectas al inicio de la actual administración,» explicó Lagos.
El economista destacó que la caída significativa de las reservas internacionales del país es un reflejo directo de estos errores en la gestión monetaria, incluyendo el uso de 1,000 millones de dólares de las reservas para financiar el presupuesto. «Las consecuencias de estas decisiones equivocadas son evidentes, y ahora nos encontramos en una situación en la que el gobierno se ve obligado a negociar en silencio porque no hay garantías de cuáles serán los resultados de estas conversaciones,» agregó.
Lagos también mencionó la llegada de un nuevo ministro de Finanzas en septiembre, quien tendrá la tarea de decidir si se comprometerá a cumplir con las demandas del FMI o permitirá que el Banco Central implemente los ajustes necesarios.
«Nos encontramos en un año político, y tomar estas decisiones impopulares tiene un costo sobre la ciudadanía, pero es un costo que se debe asumir por no haber actuado a tiempo,» advirtió.
El economista finalizó advirtiendo que, de no tomarse las decisiones correctas ahora, la nueva administración que entre tras las próximas elecciones enfrentará un panorama macroeconómico aún más complicado. «El país debe prepararse para los ajustes que serán inevitables debido a las malas condiciones macroeconómicas actuales,» concluyó.LB







