“Las estadísticas nos han arrojado que ni el uno por ciento de las armas que vende La Armería protagonizan los crímenes del sicariato y crimen organizado”, dijo.
Osorio Canales resaltó que las muertes producidas en crímenes y masacres son provocadas con armas de uso prohibido como la AK-47, R-15 y 2.23.
Además, acotó que “toda esa gente que se dedica al sicariato, crimen organizado, son delincuentes que han adquirido armas, fuera del control de la venta de La Armería”.
El jefe del Estado Mayor Conjunto refirió que mantienen un control en torno a la distribución de armas por parte de la estatal Armería.
Igualmente, apuntó que las armas de uso prohibido y utilizadas para cometer actos criminales, son introducidas al país en forma ilegal, lo que calificó como un “problema grande y complejo”.
“Este es un problema grande que hemos venido tratándolo de las fronteras que han ingresado armas ilegales desde México y América del Sur, es algo bien complejo y no solo Honduras tiene el problema, sino que El Salvador, Guatemala, Nicaragua, entre otros”, mencionó.
Aunque se estima que en Honduras el 95 por ciento de los crímenes se cometen con armas de fuego, muchas de las cuales son robadas y de procedencia ilícita, la armería vende armas, municiones y otros insumos en 26 ciudades de Honduras, las cuales aplican descuentos y hasta hay planes de pago.
En 2012, alrededor de 500 personas murieron en 115 masacres registradas por el Observatorio de la Violencia de la UNAH.
