– Funes puso el ejemplo de El Salvador donde la depuración policial se llevó a cabo en tres meses y esta comenzó desde arriba hacia abajo.
Refirió que “las experiencias de otros países demuestran que lo mejor es hacer la depuración policial desde la cúpula de trabajo; aquí cerca en El Salvador tenemos un buen ejemplo, la depuración en la Policía salvadoreña apenas duró unos tres meses, pero tuvo como particularidad el hecho que se hiciese desde arriba y no desde abajo”.
Arguyó que un proceso que no tenga las características de esa depuración va ser muy lento y los resultados van hacer muy pobres, por eso la Comisión de Reforma a la Seguridad Pública es del criterio que en el caso de Honduras la depuración de la Policía debe de hacerse con esas mismas características.
“De nada sirve hacerles las pruebas de confianza a un policía de tránsito que de repente ha sido sobornado con 200 ó 300 lempiras… los grandes actos de corrupción generalmente se cometen en la cúpula, a nuestra manera de ver esa debe de ser la característica de la depuración”, aseveró Funes.
Reiteró que el proceso de depuración policial va muy lento. “Tiene que ser un proceso más rápido, más contundente y más efectivo”, enfatizó.
Funes ejemplificó que en el caso del joven que por ser hijo de la rectora, esto fue el detonante de una actitud negativa de la Policía; “pero aquí casi todos los días aparecen jóvenes muertos en los barrios con las manos atadas y en algunos casos se ha visto que hay policías involucrados”, puntualizó.
Finalizó que “esto nos da aún más la razón para agilizar el proceso de depuración y que la Policía quede con buenos elementos, hay dentro de la Policía efectivos apegados a la ley con una conducta honesta y éstos son los que debemos preservar para que la calidad de la Policía este a la altura de las circunstancias”.







