Redacción deportes – Egipto rozó el batacazo en la última jornada de su grupo en la Copa África y alcanzó los octavos de final pese a empatar 2-2 ante Cabo Verde y gracias a un milagro obrado por Mozambique, que con dos tantos en el tiempo añadido eliminó a Ghana tras firmar el mismo marcador (2-2).
El subcampeón de la pasada edición de la Copa África se quedó a un paso de besar la lona. Rozó el desastre durante un buen tramo de los noventa minutos. Mermado por la obligada ausencia de Salah, lesionado durante el partido frente a Ghana, estuvo a un paso de repetir el camino de los equipos egipcios que se fueron de la Copa África a las primeras de cambio en cuatro de sus 22 participaciones (1988, 1990, 1992 y 2004).
Egipto sobrevivió a su falta de acierto y a la resistencia de una de las sorpresas del torneo. Cabo Verde planteó batalla y estuvo a un paso de bloquear el camino a los hombres dirigidos por Rui Vitoria, que tuvieron que remar contracorriente tras el tanto de Benchimol al filo del descanso.
Sin Salah, Egipto perdió efectividad y capacidad de sorpresa. Fue un equipo insistente pero plano. Peleó con más corazón que cabeza y apenas Trezeguet fue capaz de vencer la resistencia del portero de Cabo Verde, que cedió el empate en el minuto 51 tras una buena combinación entre el jugador del Trabzonspor y Hegazy.
Con el 1-1 en el marcador, y con la victoria aparentemente contundente de Ghana (0-2) en esos momentos, Egipto se lanzó al ataque en tromba. Necesitaba un gol para continuar en la competición y lo consiguió en el minuto 93 por medio de Mostafa Mohamed. Sin embargo, Teixeira respondió en el 99 y los tantos de Catamo y Mandava para Mozambique sobre la bocina aliviaron a Egipto y hundieron a Ghana, que se quedó en la orilla del éxito y con sólo dos puntos es casi imposible que sea uno de los cuatro mejores terceros. EFE







