El pasado 11 de enero, Cárcamo murió en un hospital privado de la capital hondureña, tras resultar herido con un impacto de bala, mientras el cura, de origen belga, intentaba matar una serpiente, se informó a los medios en ese momento.
Nelson Cárcamo (41) tenía más de 10 años de trabajar como motorista del cardenal Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga.
El portavoz de la Radio Católica, Danilo Aceituno, aclaró que se trata de una muerte accidental y no de otra forma como trascendió.
Aceituno explicó que el hecho se produjo cuando el cura quiso amedrentar a una serpiente disparándole con un arma de fuego, lo que provocó que la bala se incrustara en el cuerpo de Cárcamo.







