Conciertos, entrevistas en los medios, comunicados, marchas y muchas otras formas de participación, serán parte de este evento de tres días, convocado, por el Llamado Mundial a la Acción contra la Pobreza y la Campaña del Milenio de las Naciones Unidas, en el marco del “Día mundial contra la pobreza”, que se celebra hoy.
Según el Informe de Desarrollo Humano (IDH) 2007/2008, Honduras es el segundo país con el índice de Desarrollo Humano más bajo de la región centroamericana, 0.664., entre tanto, datos de la Encuesta de Hogares 2007 precisan que el año pasado 60 de cada 100 hogares vivían en condiciones por debajo de la línea de pobreza y 35 en condiciones de pobreza extrema.
De acuerdo con el IDH, esta cifra decrece en el ámbito rural donde 65 de cada 100 hogares viven en pobreza. De los cuales 52 están en condiciones de pobreza extrema.
De acuerdo con cifras del Banco Central, la reactivación económica que ha experimentado Honduras entre 2004 y 2007 es de un crecimiento medio del PIB de 5.3 puntos porcentuales, lo que no ha significado un mejoramiento generalizado de las condiciones de vida de la población hondureña, lo cual se explica por la desigual distribución del ingreso, el bajo nivel de escolaridad y la poca capacidad para la generación de empleos en cantidad y calidad requeridos para la mayoría de la población, especialmente la que habita en zonas rurales y urbano marginales, precisó Luca Renda, representante residente interino del PNUD.
El problema del mercado laboral en Honduras es estructural, caracterizado por el predominio del sector agrícola tradicional, la baja productividad, y el alto porcentaje de subempleo, dijo Renda, haciendo referencia al IDH.
En mayo de 2007 el 2,9 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) estaba desempleado. Los porcentajes de subempleo visible e invisible afectan a un 31 por ciento de la población hondureña según el INE porcentaje que aumenta en seis puntos en el área rural.
En cuanto a la población juvenil, un informe del BID apunta que su entrada al mercado laboral presenta más dificultades que para la población adulta; más de la mitad de la población desempleada tiene menos de 24 años. Estos y otros factores como la alta tasa de fecundidad entre adolescentes, hacen de la pobreza un flagelo que sigue castigando a un amplio sector de la población hondureña.
Para contribuir a las respuestas nacionales en este campo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), apoya al país en la formulación de estrategias para erradicar la pobreza considerando las prioridades locales.
Asimismo apoya la implementación y articulación de políticas, programas y proyectos que contribuyen al desarrollo socioeconómico rural y al fortalecimiento de capacidades institucionales y comunitarias. Entre los proyectos que apoya el PNUD en esta área se encuentran las cajas rurales, los sistemas de riego en Comayagua y las iniciativas eco-turísticas y microempresas del Programa de Pequeñas Donaciones, el Sistema de Observatorios de las Metas del Milenio, entre otros.
El Llamado Mundial a la Acción contra la Pobreza (GCAP) es una alianza mundial de sindicatos, grupos comunitarios, grupos religiosos y activistas que trabajan juntos en más de 100 plataformas nacionales.
La Campaña del Milenio fue establecida por la ONU en el 2002 y apoya los esfuerzos ciudadanos dirigidos a hacer rendir cuentas a sus gobiernos en torno al logro de los ODM, una propuesta adoptada por 189 líderes del planeta, encaminada a que todos los países apuesten a objetivos y metas que, en los planos nacional y mundial, promuevan al 2015 un entorno propicio para el desarrollo y la eliminación de la pobreza y el hambre.
El Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza se remonta al 17 de octubre de 1987, cuando más de cien mil personas se congregaron en Trocadero, París (lugar donde en 1948 se había firmado la Declaración Universal de Derechos Humanos) para rendir homenaje a las víctimas de la pobreza extrema, la violencia y el hambre.
Ese día proclamaron que la pobreza es una violación de los derechos humanos y afirmaron la necesidad de aunar esfuerzos para garantizar el respeto de esos derechos. Estos principios están inscritos en una losa conmemorativa que se develó en ese acto. Desde entonces, personas de toda condición, creencia y origen social se reúnen esa fecha para renovar su compromiso y mostrar su solidaridad con los pobres. La Asamblea de la ONU oficializó esta celebración el 22 de diciembre de 1992.







