– La ampliación de los decretos de emergencia por el Ejecutivo aún no muestran resultados concretos, critican algunos sectores de la hondureñidad.
En ese sentido, el ministro de Seguridad, Pompeyo Bonilla presentó el proyecto de decreto ejecutivo para ampliar la emergencia en el sistema penitenciario emitida el 15 de octubre 2010, prorrogado el 06 de septiembre de 2011 y publicado en el diario oficial La Gaceta, en noviembre de ese mismo año.
El pasado 21 de febrero fue ampliado por un año más con el propósito de atender la problemática ocasionada con el incendio en la granja penal de Comayagua.
El incendio en la cárcel de Comayagua dejó como saldo 360 internos fallecidos y una mujer que realizaba visita conyugal, convirtiéndolo en la peor tragedia carcelaria en América Latina.
Bonilla presentó el proyecto con el afán de brindar condiciones dignas a los reclusos y en la aplicación de los derechos humanos, aunque aún no hay acciones concretas para sustentar la emergencia carcelaria.
El escrito sostiene que siguiendo con el esfuerzo realizado para atender eficazmente la infraestructura en los centros penitenciarios y tomando en consideración que el tiempo tomado para los fines que fueron emitidos los decretos en mención, no fueron suficientes debido a que falta culminar proyectos de vital importancia para que las personas sean albergadas en optimas condiciones.
En ese sentido, dijo que se establece ampliar el presente decreto ejecutivo de forma inmediata y debe de ser publicado en el diario oficial La Gaceta.
El decreto de ampliación fue aprobado de forma unánime por los funcionarios.
El sistema carcelario hondureño se compone de 24 cárceles que albergan más de 12 mil internos, convirtiéndolo en una bomba de tiempo por las condiciones de hacinamiento que existen la mayoría de los recintos.
El pasado 11 de enero, alrededor de 350 reos se amotinaron en la prisión de Juticalpa, del departamento de Olancho, oriente de Honduras, en protesta por el retiro de tres mesas de billar de un pabellón del penal.
Se ha denunciado hasta la saciedad que la mayoría de crímenes, extorsiones y hechos violentos se planifican desde el interior de los centros penitenciarios sin que autoridad alguna algo para combatir este flagelo.
En el centro penal sampedrano se presentan amotinamientos, muertes y hechos violentos de forma permanente. El obispo Rómulo Emiliani ha intervenido para trasladar este penal hacía las afueras de la ciudad y se prevé que en mayo estará construido el primer pabellón.
