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Campaña electoral peligrosamente construida sobre cristal

Tegucigalpa – (Especial Proceso Digital) Las campañas de los candidatos presidenciales hondureños son excesivamente confrontativas y “exageradamente groseras”, señalaron los principales analistas del país en diálogo con Proceso Digital. Están construidas sobre bases frágiles y los discursos no llevan a ninguna parte, únicamente reeditan otros momentos y escenarios descontextualizados de la dura realidad del país.

La campaña es grosera y muy divisiva, podría degenerar en violencia, visualizan reputados analistas.

 “El fantasma que una vez recorrió Europa” se reaviva tanto tiempo después en Honduras, un país que parece llegar con un retraso casi centenario a las citas con la historia, pero que mantiene ocupados a unos y a otros.

En televisión la propaganda hace gala de viejas canciones, otrora en boga en países de la región. En redes sociales, otros aspirantes buscan seguir el esquema de los ex presidentes Obama, Trump y más cercanamente Bukele que montaron potentes plataformas interactivas para comunicarse con su electorado e igualmente con los indecisos y los desalentados. Las redes sociales, las noticias falsas y la posverdad también son parte del tinglado.

Una base tan frágil como el cristal

El sociólogo Filadelfo Martínez comentó que el proceso electoral hondureño está “construido sobre una base de vidrio muy fino” y cualquier movimiento sin control puede desatar la violencia en la población.

El sociólogo Filadel Martínez.

Martínez dijo que lo positivo del ambiente es que ya se superó el miedo a que las elecciones no se llevarán a cabo o que el presidente Juan Orlando Hernández fuera a sustituir al candidato del partido Nacional, Nasry Asfura.

Otros analistas como el excandidato presidencial y ex diputado por el partido Demócrata Cristiano de Honduras (PDCH) Efraín Díaz Arrivillaga, consideró que la propaganda política es “vacía de contenido y peligrosa”, porque se está incitando a la división, polarización” y eso crea un ambiente crispado y negativo.

Varios de los analistas coincidieron que el Consejo Nacional Electoral (CNE) es el llamado a moderar el tono de la campaña.

Efraín Díaz Arrivillaga.

Díaz Arrivillaga afirmó que el CNE está fuera del debate político, ya que hay ausencia del discurso y de altura.

Melissa Elvir de la Fundación de Democracia sin Fronteras (FDsF), consideró que los partidos inmiscuidos en la campaña “dejan mucho que desear”.

El analista y politólogo Raúl Pineda Alvarado indicó a Proceso Digital que los discursos de la campaña no son coherentes con la realidad del país.

Voto indeciso se mantiene

Los cuatro analistas coincidieron que, con la actual campaña los candidatos no son capaces de movilizar a los jóvenes, especialmente ese 40 % de los votantes que reiteran en las encuestas que no tienen candidato y se abstendrán de acudir a las urnas el próximo 28 de noviembre, fecha convocada para elegir un nuevo presidente y tres designados presidenciales, renovar las 126 bancas del parlamento unicameral y los 298 gobiernos municipales.

Martínez dijo que todas las encuestas señalaron en su momento que el 40 % de los votantes tenían intención de abstenerse y eso se vio reforzado cuando Salvador Nasralla abandonó su candidatura presidencial y se unió a Libre.

Exhuman a Marx 138 años después

En su compaña propagandística, Los nacionalistas volvieron a usar en su discurso propagandístico el miedo al comunismo, “exhumando políticamente” al creador de la tesis del marxismo y la ventaja del socialismo y comunismo sobre el capitalismo.

El viejo teórico siempre es desempolvado por el Partido Nacional cuando la campaña electoral entra a su etapa final, aunque ni los estrategas de la campaña nacionalista, ni la mayoría de la dirigencia del partido Libertad y Refundación (Libre), excepto un círculo reducido de teóricos de las agrupaciones, tienen claridad doctrinaria.

De modo que confunden el viejo marxismo-leninismo europeo que ya ancló su nave y lo que muestran como amenaza comunista es a Venezuela, que tiene otro fundamento teórico con el alemán radicado en México Heinz Dieterich Steffan, como su principal exponente.

La propaganda del Partido Nacional volvió a difundir sobre las consecuencias de la ideología del aleman Karl Marx.

Dieterich Steffan se separa de la teoría de que el gobierno debe controlar toda la economía y propone un sistema postcapitalismo.

Para el analista Martínez la campaña anticomunista del nacionalismo no es para ganar electores, la mayoría de la población hondureña es joven y no vivió la Guerra Fría, sino para atemorizar a un sector de la empresa privada que potencialmente alienta un cambio de gobierno.

Agregó que, al infundir miedo colectivo con la amenaza de la llegada del comunismo, quieren recordar que el país, una vez que Libertad y Refundación (Libre), llegue al poder puede derivarse hacia lo que es Venezuela.

Asfura se desmarca

El sociólogo señaló que el candidato nacionalista Asfura se ha despegado o lo intenta, de la campaña oficial y del gobierno. Su última declaración en la que sostiene que hará las cosas a su estilo y no es mandadero de nadie, indica una distancia con el jefe del Ejecutivo.

Martínez ve dos campañas en el partido Nacional, una del candidato presidencial y otra del gobierno, que ofrece dádivas y explota el clientelismo político.

Piden unidad

Asimismo, los analistas reclamaron campañas de unidad para evitar un final violento, como puede entreverse en la víspera, donde han ocurrido hechos con signos preocupantes.

Pineda criticó que los aspirantes se acomodan a lo que el electorado quiere escuchar y venden sueños sin apegarse a la realidad social.

Pero a la vez, sus discursos en las plazas públicas, los mensajes mediáticos y la propaganda no atraen al electorado, y menos a los indecisos, más bien crean un ambiente de tensión. Ya no pega ni el discurso de una derecha anticomunista, pero tampoco un discurso refundacionista que puede resultar peligroso, incluso, porque el sector privado nacional e internacional siempre desconfía, puntualizó.

Melissa Elvir de la Fundación Democracia sin Fronteras.

Melisa Elvir agregó que se ven algunas campañas que son bien directas en el sentido de generar discrepancia, odio y que a la larga lo que van a crear es violencia entre las familias y ciudadanía.

“La población necesita de unidad, independientemente de las ideologías, entonces esto nos lleva a pensar ¿qué tan útil es esta campaña para la ciudadanía si lo que se quiere es unión para el desarrollo del país con un gobierno efectivo para las respuestas que el pueblo está buscando?”, cuestionó la dirigente de sociedad civil al concluir su reflexión. (PD)

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