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La libertad de expresión, la última frontera para resguardar Honduras

Tegucigalpa (Especial Proceso Digital /Por Isis Rubio) – Los periodistas en Honduras viven en un constante ataque directo, la libertad de expresión va en deterioro por lo que la labor periodística es un reto, principalmente para las mujeres, por ello, el llamado de tres periodistas en esencia, investigadoras y defensoras de la libertad de expresión a mantener la lucha social, defender el espacio cívico, decir no al estado de excepción. Ellas coinciden en exhortar a sus colegas a no tener miedo, seguir contando las historias que brindan la información oportuna y elevar las voces de los hondureños en la defensa de la democracia y las libertades en las horas más aciagas tras el retorno del país a la institucionalidad.

Este 25 de mayo, Honduras celebra el Día del Periodista, una labor que dignifica a cada uno de los profesionales que con orgullo realizan su trabajo, pero que también por su profesionalismo son objeto de amenazas en todos los ámbitos, físicas, verbales, digitales, intimidaciones a granel, querellas y ahora, a ese espectro se suman más visiblemente, las Fuerzas Armadas, amagando con querellas, e intimidando con comunicados y pronunciamientos. Los informes como el de Reporteros Sin Fronteras (RSF), la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el Índice de Chapultepec, y otros espacios igualmente reputados, muestran la cada vez más dañada situación de la prensa en el país.

Dina Meza, directora de Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos Asopodehu y del sitio especializado Pasos de Animal Grande; la periodista, Thelma Mejía, investigadora y coordinadora de la mesa de redacción del noticiero estelar TN5 de Televicentro y Amada Ponce, directora ejecutiva del Comité por la Libre Expresión CLibre, bregan desde sus espacios por evitar el deterioro de las libertades en este país. Ellas advierten las amenazas constantes y cada vez más severas al espacio cívico, a los líderes sociales, ambientalistas, a los periodistas y coinciden en que la unidad es fundamental para hacer frente a los ataques que cada vez son más potentes.

Honduras está pasando por un momento difícil en materia de libertad de expresión.

Se profundizan las violaciones a la libertad de expresión

La directora de la (Asopodehu), Dina Meza dijo que Honduras está pasando por un momento difícil en materia de libertad de expresión.

“No queremos decir que esto empieza, pero se ha profundizado”, manifestó recordando oscuros episodios de gobiernos anteriores al señalar que, aunque el Estado se comprometió a respetar la protección a periodistas y mejorar la situación de la libertad de expresión y de prensa tras las evaluaciones del Examen Periódico Universal (EPU), mecanismo del Consejo de Derechos Humanos que estipula que cada Estado miembro de las Naciones Unidas se someta cada cuatro años y medio a un análisis de su ejecutoria en materia de derechos humanos, la involución de las libertades en el país es visible y cada vez más profunda.

Al respecto acentuó que “en el gobierno actual vemos muchos problemas, hay un discurso de odio, estigmatización, amenazas desde los funcionarios, otros llaman a las jefaturas de redacción para que bajen notas o titulares que no les gustan, hay una presión constante”.

Hasta mapeo le hacen a los periodistas

Dina Meza

Meza ejemplifica que cuando se requiere acudir a las instituciones oficiales para acreditar a un periodista, como por ejemplo en el Congreso Nacional, le toman fotos hasta cada vez que llega, le hacen un mapeo….etc.

“Están tratando a la prensa como empleados de sus instituciones, como que la prensa no vale nada, y quieren hacer con los periodistas lo que se les parezca en gana como si fuéramos de su propiedad”, recriminó.

Dina Meza, volvió a denunciar que el mecanismo de protección para periodistas y defensores humanitarios está prácticamente desarmado en el país. “Hay una situación muy profunda, además no hay un mecanismo de protección que en realidad haga su labor para la auxiliar a los periodistas, porque la realidad del país es que la institucionalidad no está funcionando”.

Violencia diferenciada contra las mujeres periodistas

Meza sostuvo que en el caso de las mujeres periodistas, se juegan la seguridad en dos vías, una como mujer y la otra como periodistas, esto implica que hay violencia de género, hay ciberataques en las redes sociales, no les importa atacar a las mujeres, sino que también a las familias.

Sostuvo que hay muchas periodistas que han optado por retirarse de las redes sociales, ahorita hay un nivel horrible de estigmatización por cualquier cosa en la que se esté opinando.

“Me pasó a mí, subí una información que no les gusto y fue la querella del jefe de las Fuerzas Armadas contra una docena de medios de comunicación y rápido estaban los trolls acechando, más de 200 personas atacando, hay una violencia diferenciada contra las mujeres periodistas”, señaló.

Recriminó que no hay una fiscalía de protección actúe de oficio cuando hay ataques de esta naturaleza y ya se han hecho recomendaciones al gobierno hondureño de parte de los organismos internacionales con respecto a la violencia contra las mujeres.

En Honduras las mujeres enfrentan una epidemia de violencia que coloca el país como uno de los más peligrosos del planeta para las mujeres en general.

Los ataques y amenazas contra la prensa llegan desde funcionarios de gobierno.

Intimidaciones y querellas, el corolario en la tensa relación entre la prensa y el poder

Por su parte, la experimentada periodista investigadora, Thelma Mejía manifestó que la libertad de expresión en Honduras está pasando por una situación de mucha tensión e incertidumbre, – “hay una relación muy tensa entre la prensa y el poder” -, sostuvo.

“Estamos viendo rasgos de mucha intolerancia a la crítica y estamos siendo objeto los periodistas bajo la figura de las amenazas, intimidaciones y el querer llevar nuevamente a la prensa a los procesos judiciales”, indicó.

La autocensura, el peor bozal para la prensa desprotegida

Thelma Mejía

Thelma Mejía manifestó que “en este momento el periodismo hondureño vive tiempos de autocensura muy fuertes y la autocensura es la peor forma de censura que podría darse, creo que muchos miden sus riesgos, miden las acciones que investigar, hay casos en algunas redacciones donde los periodistas han decidido no ahondar en notas informativas por temor a las represalias que puedan tener”.

Señaló que en el periodismo la autocensura ha surgido como una forma de blindaje ante la ausencia de los mecanismos de protección del Estado. Coincidió con Dina Meza al expresar que el “mecanismo de protección a periodistas y defensores humanitarios está desmantelado completamente y la única instancia que queda es el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos al que tienen asfixiado presupuestariamente”.

Explicó que las organizaciones gremiales hacen las denuncias, las alertas, pero no es suficiente porque las amenazas persisten y la falta de protección hace que muchos acudan a la autocensura.

Destacó la realidad que viven los periodistas del interior del país, donde los escenarios y las reacciones de los poderes que se sienten lastimados por la labor periodística son desproporcionadas y en ese sentido dijo que la autocensura en la prensa se está viviendo con más fuerza en esas comunidades.

Los ataques en redes sociales en cuentas como Facebook e Instagram son pautados con fondos públicos.

Ataques digitales aumentan contra las periodistas

La periodista Mejía aseguró que “las mujeres en el periodismo estamos enfrentando no sólo los ataques tradicionales de la amenaza, de la palmadita en la espalda para que tenga cuidado, de que no aborde el tema porque es sensitivo, sino que estamos viviendo en paralelo lo que son también los ataques digitales en las plataformas de las redes sociales y frente a plataformas que están suplantando medios o perfiles falsos”.

Agregó que en el caso de las mujeres periodistas, estos ataques son tremendamente agresivos, por la condición de que personas se esconden en el anonimato para agredirlas con términos peyorativos, que caen en la indignidad, lo absurdo y lo ridículo, cobijados bajo esos perfiles falsos.

Afirmó que muchos de estos ataques vienen de tropas digitales ligadas al oficialismo y al partido en el poder y otras ligadas a grupos que se mueven dentro de la clandestinidad dentro de lo ilícito.

Hizo un llamado a tener mayor precaución porque los ataque a las mujeres periodistas no tienen límites y tratan de evitar que las mujeres periodistas investiguen y denuncien y con ello tratan de llevarlas a una intimidación, a neutralizarlas y con ello, están neutralizando el periodismo y la mirada acuciosa en determinados temas.

Periodistas no deben prestar su espacio a ataques en redes

Thelma Mejía, quien tiene una carrera en prensa internacional y estudios investigativos sobre diversos tópicos de la realidad hondureña, afirmó que en las redes sociales no se puede prestar el micrófono para reproducir a otros, no es de reproducirlos, ni darles like porque no se puede dejar que ellos lleguen a sectores donde nunca van a llegar si les prestamos nuestro espacio.

“Los riesgos se deben de mantener, ser cuidadoso en lo que se escribe en las redes sociales, no contestar a las ofensas, no caer en los niveles de bajeza en que caen ellos, porque no perdemos nosotros como personas, pierde el periodismo”, recomendó.

Sostuvo que por medio de los ataques buscan desacreditar periodistas, desacreditar medios, desacreditar actores por lo que es de tener un mecanismo de mucho cuidado, también el periodista no puede tener miedo, hay que tener valentía, el miedo se apodera de las personas, pero siempre hay que denunciar, enfatizó.

“Hay que ser muy estratégicos, hay que saber a quién se les responde, pero lo mejor que puede tener un periodista es una información basada en datos, evidencia y frente a esto difícilmente pueden tener éxito los que quieren hacer daño”, reflexionó.

Momento de reflexionar

Para Mejía, no se puede renunciar a la labor periodística por las amenazas que vienen del lado oficial, con un gobierno intolerante con la prensa, los ataques desproporcionados en las redes sociales, no se puede renunciar a que nos quiten el derecho de ejercer la palabra.

“Es un momento de reflexionar, estamos frente a un país polarizado con picos de virulencia y los periodistas quedamos en medio y nuestra labor entonces es de poner el punto donde se debe, aunque incomode, no estamos para echar a pelear, sino de construir un país más democrático y no autoritario”, apuntó.

Las amenazas siguen, con ataques directos, pero se trata de resistir y seguir defendiendo la libertad de expresión y los derechos humanos, manifestó Amada.

Agresiones, intimidación, querellas y amenazas

Proceso Digital también conversó con la periodista Amada Ponce, directora ejecutiva del Comité de Libre Expresión (C-Libre), una mujer con larga data en la defensa de la libertad de expresión pese a los escenarios hostiles que en el tiempo ha enfrentado.

Amada reflexionó sobre lo vivido por la prensa hondureña en el último año y al respecto indicó que “hemos encontrado que el estándar de libertad de expresión que mayormente afecta a los periodistas es la violencia, principalmente las agresiones que tienen que ver con la intimidación que van desde una llamada telefónica, un mensaje, un comentario a una transmisión en vivo a intimidaciones más graves como las amenazas de querellar, interponer acciones legales contra los periodistas”.

“Hay preocupación porque la amenaza más visible es la de querellar, en el presente año 12 medios fueron amenazados con querellas por parte de las Fuerzas Armadas y la preocupación es porque los procesos son largos”, sostuvo.

Agregó que la violencia, agresiones al espacio cívico y digital, en los últimos años se han visibilizado con los ataques digitales donde clonan la imagen del medio de comunicación y publican información como si fueran el real, hay también ataques sistemáticos a través de bots, jaqueo y que son un poco más dirigidos y que son patrones repetitivos y que vienen de personas que están ligadas al Poder Ejecutivo.

También dijo que hay acciones de violencia física como secuestros exprés, amenazas, empujones, llamadas telefónicas, ataques que llevan al asesinato.

“Cuando asesinan a un periodista no solo es una persona humana, sino que causa en la sociedad una sensación de vulnerabilidad y la pérdida de información que este periodista daba en el país”, señaló.

 Añadió que “hay una alta vulnerabilidad porque el país no cuenta con sistemas para contrarrestar un ataque de bots y tampoco hay leyes para identificar el origen de la agresión y castigar”.

Afirmó que las amenazas siguen, con ataques directos, pero se trata de resistir y seguir defendiendo la libertad de expresión y los derechos humanos, manifestó convencida.

Recordó que más de 100 periodistas han sido asesinados en Honduras de los cuales solo siete casos han sido judicializados, según el Conadeh.

Sostuvo que C-Libre ha documentado desde los años 80 hasta la fecha 117 crímenes contra personas vinculadas a los medios de comunicación incluyendo periodistas, de estos 117 cinco son crímenes contra mujeres.

Así las reflexiones de estas periodistas y mujeres guerreras. Ellas no se quedan quietas, saben y luchan porque la libertad de expresión sea un baluarte social robusto. Están convencidas que es la última frontera para la democracia y que hay que defenderla para salvar el país.  IR

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